viernes, 29 de octubre de 2010

Dostoyevski en unas líneas...

Que si el hombre mide casi dos metros, tiene una barba bien cuidada que sobrepasa su barbilla, unos ojos más negros que la obscuriad y un cuerpo atlético marcado por años y años de esfuerzo.... nada de eso importaba a Dostoyevski, para él lo fundamental, lo único que nos llevará a trascender, es el alma; lo que sentimos, lo que pensamos, cómo nos comportamos ante las diferentes situaciones de la vida, lo que nos hace vibrar... y es sobre esto que escribía. Pero claro que para escribir sobre esto, tenía que conocer del tema, y vaya que lo hacía; inclusive el escritor austriaco Stefan Zweig, lo consideró como «el mejor conocedor del alma humana de todos los tiempos».
Pero sólo alguna experiencia sumamente fuerte, pudo haber llevado a Dostoyevski a poner absolutamente toda su atención en la psicología de las personas y a la vez, en sus personajes; y claro que no tuvo sólo una, fueorn muchas las experiencias duras que él vivió. Comenzando con la muerte de su padre lo que probablemente fue hasta causa para que Dostoyevski comenzara a sufrir de ataques epilépticos, pero sin duda la gota que derramó el vaso fue el haber permanecido 4 años en prisión, en donde estar encerrado no fue lo más duro, sino el castigo de no poder escribir. Y pienso yo... ¿qué peor castigo para un escritor de esa magnitud que no poder escribir? .... seguramente ninguno, debió haber sido una tortura; seguramente merecida de acuerdo a la opinión de las autoridades de aquellos tiempos, quienes no habían decidido en un prinicipio encerrarlo, sin embargo si lo llevaron hasta el momento cumbre de hacerlo escuchar las temidas palabras de: disparen, apunten.... y de repente, como un ángel del señor que le dice a Abraham que no mate a su hijo, se bajan las armas, y se le comunica que ha sido perdonado, pero que sí tendrá que cumplir una sentencia.
Y que sentencia tan dura... estos fueron seguramente los 4 años más difíciles para Dostoyevski, pero como dicen por ahí que lo que no te mata te hace más fuerte, le sirvieron para mejorar por completo sus escritos, los que tuvo que realizar al salir de la prisión. Ahí dentro aprendió mucho más a conocer el interior de las personas, y a convivir con la verdadera gente rusa.
Dostoyevski sin duda, es algo que hay que leer, no son obras literarias más; son escritos que encierran toda una historia, toda una vida, difícil sí, pero que nos dejará un gran sabor de boca. Dostoyevski no es leer sobre banalidades, es ir más allá, a la psicología... al alma.

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